DECISIÓN DEL TRIBUNAL SUPREMO

Una sentencia obliga al SES a pagar un medicamento de 4.500 euros al mes

Fernando Losana subraya que el Tribunal Supremo falla a favor de la calidad de vida de los pacientes, pese al coste de los medicamentos

El SES acata la sentencia que le obliga a pagar un medicamento a un placentino.

El SES acata la sentencia que le obliga a pagar un medicamento a un placentino. / Toni Gudiel

Raquel Rodríguez Muñoz

Tras conocerse este miércoles la decisión del Tribunal Supremo de fallar a favor del placentino Pablo Andrada en su reclamación de que el Servicio Extremeño de Salud financie un medicamento para la enfermedad rara que padece en los ojos, el SES ha manifestado este jueves que "acata la sentencia firme del Tribunal Supremo, pero no hace valoración de la misma".

Así pues, para ejecutar la sentencia, de fecha 11 de abril, tendrá que costear a Andrada el medicamento Raxone, que cuesta más de 4.500 euros al mes y no está financiado por el Sistema Nacional de Salud. Lleva aprobado por la Agencia Europea del Medicamento desde el 2015.

La Comisión de Uso Compasivo del SES denegó en dos ocasiones la financiación del medicamento al placentino, tras haberla solicitado su neuróloga del hospital Virgen del Puerto de Plasencia y, por eso, la familia recurrió a la vía judicial, que ganó en primera instancia, perdió en el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura y ha vuelto a ganar, ya de forma firme, en el Supremo.

Pablo Andrada, de 30 años, padece una Neuropatía Óptica Hereditaria de Leber desde el 2021, que le ha dejado únicamente con un 10% de visión en los dos ojos. Hasta ahora, ha tenido que costearse el medicamento mientras esperaba la respuesta del juzgado.

Valoración del abogado

Tras conocerse la decisión del Tribunal Supremo, el SES ha manifestado que «acata la sentencia firme» del tribunal, pero «no hace valoración de la misma».

Así pues, para ejecutar la sentencia, de fecha 11 de abril, tendrá que costear a Andrada el medicamento Raxone, que cuesta más de 4.500 euros al mes y no está financiado por el Sistema Nacional de Salud. Lleva aprobado por la Agencia Europea del Medicamento desde el 2015.

La Comisión de Uso Compasivo del SES denegó en dos ocasiones la financiación del medicamento al placentino, tras haberla solicitado su neuróloga del hospital Virgen del Puerto de Plasencia y, por eso, la familia recurrió a la vía judicial, que ganó en primera instancia, perdió en el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura y ha vuelto a ganar, ya de forma firme, en el Supremo.

El abogado de Pablo Andrada, Fernando Losana, ha mostrado su satisfacción por la sentencia, de la que destaca que abre una vía a las personas con enfermedades raras para luchar por «el tratamiento que les venga bien para mejorar su calidad de vida. Viene a decir que, valga lo que valga el medicamento, hay que ponerlo».

Porque el Supremo, por un lado, ha reconocido el derecho a la igualdad del placentino, ya que otros 49 pacientes habían recibido la autorización para el mismo tratamiento en otras comunidades del país. Subraya por tanto que el Sistema Nacional de Salud «es unitario, no un conjunto de compartimentos estancos».

Además, por otro lado, la sentencia reconoce «la vulneración del derecho a la integridad física» de Pablo Andrada porque su enfermedad le ha provocado una «consecuencia muy grave, como es la ceguera», destaca el abogado murciano.

También hace hincapié en que fue la doctora del placentino quien le prescribió el medicamento y buscó información sobre su eficacia y el SES «no respondió».